Sabemos que en contextos económicos cambiantes e inestables, no solo en nuestro país, sino en el mundo entero, es muy difícil sostener un hábito sostenible de gasto y consumo por un periodo largo de tiempo. El alza de precios de los bienes de primera necesidad y el aumento del costo de vida nos obligan a replantear nuestro esquema de gastos de forma continua. Así, también somos conscientes de que, más allá de las obligaciones económicas fijas que debemos asumir cada fin de mes, entendemos que una parte importante de la vida es el confort, la salud, el bienestar, el compartir tiempo con nuestros seres queridos y búsqueda de nuevas experiencias artísticas, educativas, deportivas y turísticas. De esto modo, en el presente artículo te brindaremos algunas ideas y consejos acerca de cómo gestionar de modo más eficiente y efectivo tus finanzas personales:
1. Olvídate del tarjetazo
Muchas veces, ante la falta de efectivo o debido a la poca disponibilidad de dinero, nos dejamos llevar por la tentación del uso de la tarjeta de crédito, pues se trata de un gasto que no asumiremos de manera inmediata, sino dentro de un mes, en tu próximo ciclo de facturación, o a cuotas a lo largo de muchos meses. Esto al inicio parece una práctica inofensiva y quizá responsable, sin embargo, un cúmulo de compras de esta naturaleza puede acrecentar tu esquema de gastos fijos y dejarte con poca disponibilidad de dinero para ahorro y ocio. Por ello, recomendamos el uso de la tarjeta de crédito solo exclusivamente en compras importantes que sobrepasen el presupuesto mensual disponible y en situaciones de emergencia como salud o imprevistos.
2. Arma un presupuesto
Haz una lista de tus ingresos y egresos. No solo incluyas los gastos fijos, sino calcula un monto estimado de lo que gastas aproximadamente en entretenimiento y diversión. Muchas personas creen que con pautear los gastos corrientes ya es suficiente, pero lo cierto es que la realidad va un paso adelante. Siempre aparece un nuevo deseo a satisfacer. El punto central es identificar los gastos innecesarios, quizá alimentos caros que podrías sustituir por unos más baratos, distancias que antes recorrías en transporte particular, ya sea en un auto propio en un servicio de taxi, capaz ahora puedas hacerlas en el transporte público. Un presupuesto ajustado a las posibilidades reales te ayudará a identificar en qué actividades triviales se pierde más dinero del que crees.
3. Adquiere productos de calidad
Aprender a saber comprar es un arte y a la vez una ciencia. Evita caer en la tendencia del fast fashion o el fast food, pues no tienes por qué estar comprando comida de escasa calidad cuando por menos dinero podrías adquirir alimentos que te procuren un dieta balanceada y saludable. A futuro evitarás gastos en atención médica y medicinas. La comida natural es menos procesada y más barata. Por otra parte, no es urgente que cada invierno renueves tu clóset, las prendas de calidad suelen ser caras, pero te durarán muchos años. Intuimos que la moda es una influencia que varias veces nos invitan a estar a la par las tendencias actuales, no obstante, adquirir ropa que desecharás al terminar la temporada realmente podría causarte un gasto adicional para el siguiente año.
4. Establece un meta para el futuro
Cuando nos trazamos un objetivo y lo visualizamos realizado se nos es mucho más sencillo enfocarnos en ello. Más aún cuando definimos los pasos a seguir. De esta forma, si tienes como meta realizar una compra importante, ya sea un auto, un departamento, invertir en educación o en un viaje familiar o con amigos tendrás un gran propósito por el cual poner tus finanzas en orden. Identifica qué es lo que deseas a futuro y explora cuál será su costo, no solo económico sino en esfuerzo de trabajo y en exigencia de tiempo. Cuando uno advierte que el camino es largo y tedioso, es el instante en el que uno se da cuenta de que se requieren estrategias y una de ellas será optimizar tus ingresos y utilizarlos de la forma más eficiente y evitar gastos innecesarios.
5. Piensa, luego endéudate
Antes de asumir una nueva deuda, debes de prever que tienes una capacidad de endeudamiento y que esta está determinada no solo por tus ingresos, sino por el dinero disponible que te queda luego de haber asumido los gastos corrientes. Además, también es indispensable que tomes en cuenta, de forma realista, en cuánto tiempo podrás pagar esa deuda. Debes de ser consciente que muchas veces surgen imprevistos en la vida: nadie está a salvo de perder un trabajo, de atravesar una emergencia de salud o de cambiar de vivienda. Entonces siempre, antes de adquirir una nueva deuda, es preciso que calcules y tengas ahorros suficientes para poder sortear lo inesperado que puede surgir en el camino.
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